sábado, 30 de agosto de 2014

25 ANIVERSARIO DE LA PEÑA "EL TRABUCO"

Peña “El Trabuco”: 25 años, un pasodoble y mil historias más.. A nadie se le hubiera ocurrido pensar, cuando a finales de agosto de 1989 acudíamos a ensayar para el desfile de la Esperanza, que en 2014 tuviéramos que recordar aquellos años por algún motivo. Nadie imaginaba que 25 años después, aquel invento de unos niños de 12 o 14 años, al que bautizamos como Peña “El Trabuco” y que salió de esos ensayos, todavía tuviera sentido. La cuestión es que así ha sido, y este año celebramos el 25 Aniversario de “El Trabuco”, una Peña que se fundó cuando todavía éramos socios infantiles de los Contrabandistas. No sabemos si existirá algún otro caso en el que una peña infantil se haya perpetuado en el tiempo. Por este y por otros motivos, podemos hablar de una Peña única y singular. Como es normal después de tantos años, ha habido variación en los componentes, pero es de destacar que más de la mitad de los actuales miembros se mantienen desde el primer o segundo año de la Peña. Raúl Cortés, Miguel Cortés, Javier Verdú, Toni Valdés, José Manuel Sam, Luis Arturo Jiménez, Óscar Luna, Toni Martínez o Francisco Úbeda han formado parte prácticamente desde el inicio, a los que poco a poco se fueron uniendo otros como Luis Estevan, Juan Jesús García, Salva Garijo o José Luis López, que conforman la actual plantilla de la Peña. En los primeros años sobre todo, muchos más amigos pasaron por la Peña El Trabuco: José Vicente Penadés, Gandía, Ramón Bordera, Patri, Pablo Estevan, Diego Muñoz, los hermanos Hurtado, Pedro López, José Enciso, Salva Ferrándiz, Fernando Sam, entre otros… La memoria colectiva de la Peña está forjada por cientos de anécdotas y muchas ocurrencias que, tras repetirlas en dos o tres ocasiones, ya se convertían en “tradición”… como las visitas a casa de Miguel el día 9 después de almorzar, o a casa de Toni Valdés y José Sam el día 5 antes de la Entrada, o a casa de Luis Estevan a ver el pregón y los premios; o la “tradición” de ir el día 9 a colgar las botas en un semáforo de la Puerta Almansa mientras descansábamos en las tribunas hasta que alguien nos las bajaba… o la comida del día 5, o la del día 7, o el cubalibre en el Bar Jamaica del día 3… y así una larga lista de “tradiciones” que siempre hemos conjugado bien con la espontaneidad necesaria en las fiestas. Nuestras reuniones subidas de tono podrían considerarse como otra tradición más, por la reiteración de las mismas, aunque siempre sabemos encontrarle el punto de humor para que la cosa no vaya a más… Las anécdotas conllevan un punto de subjetividad que hacen que cada uno le dé su toque al recordarlas y el relato de todas ellas podrían ocupar un libro, pero no podemos dejar en el olvido la cantidad de hechos relacionados con “desgracias materiales” en campos, coches, carrozas, locales u otros bienes, a causa de las actividades relacionadas con la Peña; las “indisposiciones” o sueños profundos en casas ajenas de alguno de nosotros que nos han hecho perdernos algún desfile; las eternas pérdidas de voz que tan malas pasadas nos han jugado a muchos; o las bromas mal entendidas en las comidas del día 7, que con el paso del tiempo casi siempre han provocado buenos momentos al recordarlas. Anecdótica también se puede considerar la composición de nuestro Pasodoble: encargada con motivo del 10° Aniversario, en 1999, al músico de la Peña, y que a día de hoy todavía no hemos conseguido estrenar. Confiamos que para el 50 Aniversario de la Peña -que está al caer- deje de estar en blanco la partitura. Después de 25 años, aquellos niños estamos rondando los 40, y la mayoría hemos pasado por cargos de responsabilidad en la Comparsa: directivos, cabos, cargos festeros, etc… Además hemos colaborado siempre con nuestra comparsa y seguimos manteniendo muchas de estas costumbres, comidas, almuerzos, cenas… Por encima de todas está la comida del 7 de septiembre, que se ha convertido en el “cónclave” ineludible de la Peña. Es el momento “relajado” en el que, justo en mitad de las fiestas, nos juntamos los 13 miembros, sin que normalmente falte ninguno, y además de comentar lo acontecido en los dos días anteriores -que siempre da mucho de sí- elegimos de manera solemne (y nunca sin polémica) al Presidente y Tesorero de la Peña para el año festero siguiente. Tras la comida partimos a preparar el Contrabando, acto en el que participamos casi desde nuestra fundación y para el que hace unos años construimos una carroza propia (cuyos avatares tampoco están exentos de anécdotas). Y así, reunión a reunión, anécdota tras anécdota, polémica tras polémica, fiestas tras fiestas, hemos llegado a cumplir estos 25 años que, seguramente, sean solamente el principio de nuestra historia que, al igual que nuestro querido Pasodoble, ojalá nunca se acabe.

miércoles, 14 de marzo de 2012

jueves, 29 de septiembre de 2011